es genial. lo único que me falta ahora es publicar un libro con mis desventuras y anécdotas amorosas y ya estoy.. soy como cualquier otra veinteañera pelotuda que llora por las noches y a la tarde ve novelas románticas en bata mientras come helado.
en realidad lo genial es aceptarlo y dejar de hacerme la filósofa copada que se rie del resto por las vidas que llevan. está bien.. no soy mejor que nadie, lo reconozco